Clarisas de Villarrobledo

Clarisas de Villarrobledo

Orden a la que pertenece y su carisma

La Orden de Santa Clara acaba de celebrar recientementelos 800 años de fundación. Fue el día 18 de marzo del año 1212, que por entonces era Domingo de Ramos, cuando la joven Clara de Asís, con 18 años de edad, habiendo sido instruida por san Francisco, se fugó de su palacio para vivir el Evangelio siguiendo a Jesucristo en la más absoluta pobreza. Esa misma noche fue consagrada al Señor en la pequeña iglesia de Santa María de los Ángeles y conducida a un monasterio de benedictinas. Cuando el Señor le dio hermanas, se trasladó al Monasterio de San Damián.

El carisma de santa Clara es muy rico y ha dado a la Iglesia muchos frutos de santidad. La espiritualidad de nuestra santa madre queda reflejada en los pocos escritos que se conservan de ella: cinco cartas, la Regla (es la primera vez en la historia que una mujer escribe una regla y es aprobada por el papa), el Testamento y la Bendición. También disponemos del Proceso de Canonización, que recoge los testimonios de personas que la conocieron desde niña y convivieron con ella.

Cuando santa Clara llega al final de sus días escribe su Testamento, en él habla así del origen de su vocación: “El Altísimo Padre celestial se dignó iluminar mi corazón, para que a ejemplo de nuestro padre san Francisco hiciese yo penitencia”. Fue él su guía y ejemplo, quien la motivó a desposarse con Jesucristo pobre y crucificado, entregándose a Él con amor de esposa enamorada.

 

Fundación de la comunidad

Las clarisas se establecieron en Villarrobledo el 12 de mayo de 1614. Ese día tomaron posesión del monasterio tres clarisas venidas del Monasterio de la Inmaculada Concepción de Alcázar de San Juan: sor María Bautista Tardío, de abadesa; sor Quiteria de San Bernardo Cervantes, como vicaria y maestra de novicias; y sor María de la Concepción Ortiz, como vicaria de coro y tornera, que junto a las dos hijas de los fundadores (sor María de la Asunción y sor Catalina de Jesús), fueron las cinco fundadoras de este monasterio, cuyo titular es San Juan de la Penitencia.Pronto el monasterio fue bendecido por numerosas y buenas vocaciones.

Recientemente hemos celebrado los 400 años defundación de nuestro monasterio. Por ello hemos editado un libro escrito por 11 colaboradores titulado: “Las clarisas de Villarrobledo: Historia, vida y arte. 1614-2015”.

Los fundadores de este monasterio fueron D. Juan Cano Moragón (regidor de la villa y familiar del Santo Oficio) y su esposa Dña. Ana Ruiz de Palomera, quienes donaron toda su hacienda para dicha fundación. D. Juan murió el año 1602, sin ver cumplido su deseo. Así que la encargada de tramitar y llevar a efecto la fundación, fue Dña. Ana. Su esposo dejaba constar en el testamento que el monasterio fuese de padres carmelitas. Cuando Dña. Ana pidió licencia al Ayuntamiento para dicha fundación, le fue denegada por la oposición de algunos concejales y de los franciscanos presentes en Villarrobledo, cuyo convento todavía estaba en proceso de construcción. La fundadora tuvo que esperar varios años. Su constancia por llevar a efecto la fundación consiguió que, al fin, se obtuviera autorización para un monasterio de monjas clarisas, tal como aparece reflejado en la escritura de fundación realizada a 9 de febrero de 1606. El arzobispo de Toledo, D. Bernardo Sandoval y Rojas, otorgó su licencia para la edificación del monasterio el 2 de junio de 1607.

 

Edificio. Aspectos destacables de su historia y arte

El edificio está en un excelente estado de conservación, pues a lo largo del tiempo ha sido objeto de  diversas reformas. La más reciente e importante comenzó en 1999 y duró seis años. Se restauró toda la cubierta del monasterio, el interior de la iglesia y el patio central, pues se encontraba todo en un estado ruinoso.

En 1936 pudo salvarse una parte importante del patrimonio artístico del monasterio porque se escondió oportunamente; sus piezas aparecen comentadas en el libro anteriormente citado.

Podemos hacer una mención especial de algunas piezas de escultura, pintura, orfebrería y textil:

– El Niño Esposo, preciosa escultura donada por la fundadora a la comunidad, era conocido en la época de la fundación como “el Niño de las moragonas”. Es tradición que lleve el anillo de la monja el día que hace su profesión religiosa.

Las estatuas orantes de los fundadores, esculpidas en piedra por Pedro Martínez Mendizábal en 1625. En 1936 fueron decapitadas, al arrojarlas desde las ornacinas donde se encontraban a ambos lados del altar.

– Un precioso lienzo anónimo del siglo XVIII, atribuido a Conrado Quiaquinto, “El taller de Nazaret” de 1, 78 x 0,70 cm.

Un cáliz de plata sobredorada con esmaltes, donado por la fundadora y un copón de plata  de la misma época.

Dos custodias de plata: La que sor Josefa de la Presentación donó cuando ingresó al monasterio en 1704, y que es una pieza importante de la orfebrería española, junto a la que donó en 1940 Dña. Pilar Millán Astray de época posterior.

Las telas frontales de los antiguos altareslaterales de la iglesia que se engalanaba los días de fiesta,  del siglo XVIII, manufactura de la Real Fábrica de Talavera de la Reina.

Varias piezas de altar del siglo XVIII bordadas por las propias hermanas de comunidad.

 

Breve Historia de la comunidad

Esta comunidad, a lo largo de sus cuatro siglos de historia, ha sido muy celosa por escribir la historia del monasterio y la vida de las hermanas que vivieron en él con fama de santidad. Antes de 1936 había un pesado arcón lleno de documentos antiguos.

Cuando, antes de 1740, el padre Pablo Manuel Ortega (OFM) pasó por el monasterio para recoger información sobre las religiosas que habían vivido en el monasterio con fama de santidad, se encontró con gran cantidad de material, escrito en cuadernillos por las  hermanas que convivieron con ellas o por sus confesores. Este padre dejó plasmada en su Crónica de la Seráfica Provincia de Cartagena la reseña de 13 religiosas de nuestra comunidad. Era el monasterio que más monjas de vida canonizable tenía en toda la demarcación de la Provincia, que por entonces abarcaba casi ¼ del territorio español. Estas biografías han sido publicadas en el libro que acabamos de editar.

Las más destacadas, a las que el Cronista dedica un mayor número de páginas son:

– Sor Mª de San Antonio, primera novicia que ingresó en el monasterio tres meses después de la fundación. Llegó a ser abadesa en dos ocasiones y gozaba de carismas extraordinarios como el don de profecía y ver las almas del purgatorio. Falleció en 1664.

– Sor Inés de san Gabriel, que murió en 1631 con tan solo 24 años. Dejó un ejemplo inolvidable a las religiosas no solo por su vida de heroica virtud, sino especialmente por el modo admirable con que sufrió terribles tormentos antes de morir.

– Sor Catalina de San Esteban fallecida en 1660. Sus heroicas virtudes fueron recogidas en varios cuadernos por una hermana de comunidad, muy confidente suya, a petición de los prelados de la Orden Franciscana.

Cuando en 1751, el padre de La Cavallería escribe la historia de Villarrobledo, hace constancia de la gran fama de santidad de las clarisas de Villarrobledo.

 

La comunidad en la actualidad 

Esta comunidad ha sido siempre relativamente numerosa. El padre Ortega hace constar que había por entonces 40 hermanas. Pero luego el número ha ido descendiendo, manteniéndose en 20, variando según las épocas.

La carencia de vocaciones se está haciendo notar. Actualmente somos siete hermanas de votos solemnes y dos postulantes.

Desde hace poco más de una década, nuestra iglesia es lugar de peregrinación, debido a una aparición de la Virgen María a una religiosa de esta comunidad. Hace casi 200 años que sor Rosalía, natural de Zaragoza, vio que el tejo plano y sin brillo que cubría el cántaro de su celda, presentaba un relieve de la Virgen con el Niño en sus brazos. Pidió que fuera sacada en rogativas ante la inminente pérdida de las cosechas y, como éstas se salvaron, fue confeccionada una urna para la teja donde había aparecido la Virgen. Con el paso de los años va creciendo en volumen y definición tanto la imagen como el rostro de la Virgen. La misma teja va desprendiendo el barniz que le da lustre y los pigmentos de las facciones de la cara de Madre e Hijo. Desde que en 2004 un equipo de especialistas sometió la teja a rigurosos análisis y publicaron por Internet y Radio Nacional los resultados, muchas personas comenzaron a venir desde diferentes lugares a nuestra iglesia, obrando la Virgen verdaderos prodigios de curaciones milagrosas.

Trabajo monástico 

La confección de escapularios es el trabajo de comunidad desde hace más de 50 años. Además, realizamos por encargo: corporales y purificadores, trípticos, iconos, crucifijos de san Damián y tejidos confeccionados a mano con hilos de colores.

 

Para más información remitimos a nuestro blog en clarisas-villarrobledo.blogspot.com.es/

 

 

 

 

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Monasterio de Monjas Dominicas de Santo Domingo el Real de Segovia

Monasterio de Monjas Dominicas de Santo Domingo el Real de Segovia

Orden a la que pertenecen y su carisma

Son Monjas Dominicas, que pertenecen a la Orden de Predicadores, “que fue instituida específicamente desde el principio para la predicación y la salvación de las almas”.  Dentro de la familia dominicana las Monjas participan  del carisma de Santo Domingo y de la misión de la Orden desde una vida contemplativa  “haciendo de nuestra  existencia un continuo y acogedor encuentro con la Palabra que será predicada”. Viviendo  en el corazón de la “Santa predicación” y esto se realiza especialmente a través de la intercesión, y la experiencia de esa Palabra vivida en el silencio y en la comunión fraterna.

 

Fundación de la comunidad

Durante la segunda mitad del siglo XIII se asentó en Segovia una comunidad de monjas dominicas que fundó el monasterio de Santo Domingo. Este monasterio se levantó extramuros, junto al inicio del tramo urbano del acueducto y en una zona llena de rastrojos, le valió desde temprano el apelativo de Santo Domingo de los Barbechos. La fundación podría situarse entre 1261 y 1284.

Dada la precariedad del monasterio y un hundimiento ocurrido a principios del siglo XVI la comunidad recibe la autorización del provincial de su orden para trasladarse a otro lugar más adecuado. Compraron a Juan Arias de la Hoz una casa dentro de la zona amurallada, situada entre las iglesias de San Quirce y la Santísima Trinidad. En el Torreón y fortaleza de Hércules. Poco después la comunidad se trasladó hasta el nuevo edificio, colocado también bajo la advocación de Santo Domingo, “al mudarse aquel convento al monasterio en que ahora viven, que fue del año de 1513, se perdieron muchas escrituras”.

 

Edificio

El convento de Monjas Dominicas de Santo Domingo ocupa uno de los edificios civiles más antiguos e interesantes de la ciudad, cuya función primigenia fue la de fortaleza. Su señorial Torre de Hércules data del s. XI.

La iglesia actual  con entrada  frente a la iglesia de la Santísima Trinidad, es de  gran sobriedad, pero muy acorde con la estética del momento, ese primer barroco castellano bien representado por el arquitecto local Pedro de Brizuela. En la nave de la iglesia queda un buen retablo dorado y policromado, del siglo XVI, que tal vez fuera el mayor antes del actual barroco.

 

Historia breve de la comunidad

Tras  estos  siglos, se vislumbra  tiempos de gran esplendor y crecimiento y otros de epidemia, peste, desamortización, guerra civil y crisis de fe. Pero la vida sigue…y en ella la experiencia de Dios. Generaciones de hermanas han encontrado en la oración la presencia inconfundible de Dios, han sido confortadas por el Cuerpo y Sangre de Jesucristo y el bálsamo de su Palabra, han sentido la paz de su perdón y el gozo de la convivencia, han visto su rostro en las necesidades de los pobres y en el amor de sus cercanos, han experimentado las pobrezas de su ser y las capacidades recibidas y al final en el ocaso de la vida se han acercado definitivamente al encuentro del Resucitado.

La comunidad en la actualidad

En el año 2016 en que la Orden Dominicana celebraba el Jubileo de los 800 años de su aprobación, la comunidad estaba formada por seis hermanas que queremos vivir con ardor esta experiencia de fe reflejo de lo que Santo Domingo de Guzmán vivió  en la Cueva de Segovia donde suena el eco de su oración y su ofrenda y como él ser signo particular del misterio de redención, seguir de cerca a Cristo y vivir la intercesión por todos nuestros contemporáneos.

Ponemos especial empeño compartir la liturgia diaria, festiva y siempre participada;  para “contemplar y dar lo contemplado”:

  • Laudes: 8h
  • Eucaristía: 19h y a continuación canto de Vísperas (los sábados Canto Gregoriano)
  • Completas: 22h.
  • Y todos los sábados un encuentro de oración Silenciosa  a las 20,15h.

Trabajo monástico

Heredando las técnicas de policromía del renacimiento español realizamos la reproducción de figuras religiosas artesanales y encuadernación manual de libros.

Pueden consultar nuestra página web en www.dominicas-segovia.dominicos.org/

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Monasterio de la Encarnación de Madres Dominicas en Almagro, Ciudad Real

Monasterio de la Encarnación de Madres Dominicas en Almagro, Ciudad Real

Fundación y carisma

Fundado a mediados del S. XVI por el matrimonio formado por Don Diego de Lucena y Doña Juana Gutiérrez. En sus más de 400 años de historia las Madres Dominicas de este convento han procurado mantener viva la llama de su fundador Santo Domingo de Guzmán haciendo del lema de la Orden, Alabar, Bendecir y Predicar, todo un programa vital que se extiende más allá de sus muros e inunda toda la población.

 

Edificio

El convento se encuentra instalado en un edificio inmenso que, con las transformaciones necesarias, fue la casa familiar de “Los Lucena”. Destaca la Iglesia y el coro, magnífica obra de trazas renacentistas que, dentro de su sencillez, está dotado de gran solemnidad. A pesar de haber sufrido en 1936 la destrucción de muchas obras de arte, conserva obras de gran valor como los cuadros sobre la vida del Rey David, obra de Zacarías González Velázquez en el S. XVIII, o la Anunciación que preside el Altar Mayor de Vicente Carducho.

 

Historia de la comunidad

Muchas son las monjas que han pasado por esta casa a lo largo del tiempo constituyendo un ejemplo de santidad para los vecinos, siendo muy queridas por los almagreños que tradicionalmente les han confiado sus preocupaciones y han demandado de ellas tanto la oración como el consejo

Entre ellas destaca la Madre María de San Vicente Maldonado y Suarez de Zayas. Fallecida en 1796 pronto se extendió su fama de santa siendo venerada por toda la población. A los pocos meses de su muerte se abrió su proceso de canonización siendo declarada Venerable Sierva de Dios. De la lectura de las declaraciones de los testigos del mismo (que se conservan en el archivo del convento) conocemos a una mujer preocupada por sus semejantes que siempre socorrió a los necesitados desde la humildad de su celda. A nadie le faltó su oración e incluso su consejo y su socorro material. Su cuerpo descansa en el panteón del convento y son muchos los hechos prodigiosos que se le atribuyen desde el mismo momento de su muerte. Su vida la podemos resumir en la máxima dominicana “Hablar con Dios de los demás y a los demás hablar de Dios”, pues esa era su actitud ante la vida.

El pasado mes de marzo de 2016 se inauguró un pequeño museo en el convento donde se guardan interesantes pinturas, esculturas, obras textiles, libros, etc. que nos hablan de la historia de esta casa (ver sección noticias de esta página web)

 

La comunidad en la actualidad

La vida de la comunidad transcurre entre el estudio, la oración, el trabajo manual y la predicación. El estudio en la Orden de Santo Domingo, entendido como contemplación, es la base fundamental de toda acción catequética. Las monjas de Almagro a través de sus obras, de la charla amable en el locutorio y de la Misa compartida, queremos dar testimonio del amor infinito a Dios y de la Buena Nueva del Evangelio.

Actualmente la comunidad la forman cuatro hermanas; la falta de vocaciones del mundo actual también ha llegado hasta aquí. Pero con su fidelidad a su carisma, su entusiasmo y el carácter  apostólico dominicano, quieren que este convento siga siendo un faro de fe. En él tiene también su sede la Fraternidad Seglar Dominicana que, junto con los Frailes del Convento de la Asunción, conforman la Familia Dominicana en Almagro, siendo un ejemplo de ayuda mutua y espíritu eclesial.

Con motivo del Jubileo de los 800 años de la Fundación de la Orden de Santo Domingo vienen celebrando toda una serie de actos religiosos y culturales para dar a conocer su carisma y vocación y, sobre todo, para alabar y dar gracias a Dios por el don otorgado a su Iglesia a través de Santo Domingo. Son constantes las visitas al convento con este motivo. De este Año Jubilar (2016) esperan el fruto de las vocaciones que devuelvan a esta casa de espiritualidad la abundancia vocacional. Las dominicas de Almagro tienen las puertas abiertas para las jóvenes que quieran conocer de cerca su vida, su carisma y la entrega a los demás, que desean mantener desde su vida contemplativa

Trabajo monástico

Con ocasión de la inauguración del museo, reflejo de la historia de la comunidad, adosado al mismo, han abierto un obrador de dulces con cuya venta esperan poder ayudar al sostenimiento de la comunidad

 

Dirección:

C/ Dominicas, nº 1.- 13270 ALMAGRO (Ciudad Real). T. 926 86 02 30 y dominicasalmagro@gmail.com

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Monasterio de Santa Elena en Nájera, La Rioja

Monasterio de Santa Elena en Nájera, La Rioja

Carisma

Su forma de vida consiste en guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin  propio y en castidad (Regla 1,2).Contemplar a Nuestro Señor Jesucristo pobre y Crucificado, uniéndose a Él a través de la vida de oración, fraternidad y trabajo. 

Fundación

Inicialmente fue el Hospital de Peregrinos Santiago  para albergar y cuidar a los peregrinos que se encaminaban al Sepulcro de Santiago de Compostela. El 26 de agosto de 1561, tomaron posesión  del convento cuatro religiosas procedentes de Castil de Lences (Burgos), trayendo como Madre. Abadesa a Ana de Palencia.

Doña Aldonza Manrique de Lara, hija de los Duques de Nájera fundó el monasterio a mediados del siglo XVI, a extramuros de la ciudad, de él nada se conserva, el actual complejo consta de iglesia, claustro y otras dependencias monásticas dentro de la clausura

El convento fue construido extramuros de la Ciudad de Nájera, junto a la iglesia de Madre de Dios, construida 30 años antes, en lo que había sido, y era, el Hospital de Peregrinos Santiago.

El edificio

El Monasterio data del año 1561

 La Comunidad en la actualidad

La comunidad actual está compuesta de 12 hermanas. Siguen sintiendo la pobreza que Clara, su fundadora, deseaba para sus hijas y esfuerzan hacerla realidad en sus vidas. Gracias al refuerzo de siete jóvenes indias hacen una vida normal en la Liturgia de las Horas; de ellas, seis son de votos solemnes y una novicia. Por necesidad son variados los trabajos que realizan, ya que hace tiempo que carecen de trabajo estable.